El poder curativo de la naturaleza
La naturaleza cura. El médico sólo debe ayudar.
En realidad todas las reacciones del cuerpo humano son la sabiduría de la naturaleza tratando de encontrar su equilibrio y resolver sus dificultades; si así lo reconocemos podremos realmente ayudar a nuestro paciente a encontrar su curación.
Vamos a analizar brevemene en este ecrito tres síntomas frecuentisimos durante cualquier padecimiento:
1. Dolor
2. Fiebre
3. Inapetencia
DOLOR. no cabe duda que es una sensación desagradable y nadie desea tenerla, pero imaginemos que estamos recién operados o fracturados, el dolor en la herida quirúrgica o en la fractura ósea nos obliga a la inmobilidad de la zona lo que favorecerá la cicatrización, si seguimos moviéndonos podríamos romper las suturas o en caso de fractura romper una arteria grande lo que puede incluso ser fatal. Otro ejemplo es una enfermedad (muy rara) que es la ausencia congénita de dolor, estos pacientes siempre están lastimándose, hiriéndose, quemándose, sin saberlo y sin retirar a tiempo la parte del cuerpo que se está lastimando, Claro que debemos paliar el dolor intenso, y orientar al paciente hacia el reposo anti-álgico.
FIEBRE, Cuando hay fiebre la frecuencia cardiaca aumenta, aumenta el volumen circulatorio por minuto, se dilatan los vasos sanguineos, aumenta la velocidad de movilizacion de tus leucocitos y de tus inmunoglobulinas. Claro que debemos modular esas fiebres altísimas que representan un riezgo para la hidratación o un riezgo de convulsión en niños pequeños. Pero es un error médico el querer bajar las febrículas hasta la total normalidad. Entendemos a la mamá que nos habla desesperada a media noche porque su niño tiene 37 a 38 grados de temperatura y no se la puede controlar. Sería bueno explicarle que es un mecanismo de defensa de su cuerpo, que le esta ayudando a controlar el problema en curso, pero no instarla a hacer mas maniobras o dar mas medicamentos anti-térmicos.
INAPETENCIA. ¿Te has fijado que si tu perrito está enfermo? se pasa uno o dos dias sin comer, pero cuando se alivia recupera su apetito. Nos preocupamos porque nuestro hijo no quiere comer si está agripado, y queremos forzarlo a que ingiera alimentos, pudiendo incluso provocarle que vomite. Debemos respetar ese rechazo y si procurar que ingiera líquidos suficientes para que no se deshidrate. Durante ese ayuno del paciente se produce en todas las celulas del cuerpo una disminucion de la disponibilidad de energía (azúcares, grasas y proteinas) en la sangre, y como las células necesitan minuto a minuto energía para vivir, entonces empiezan a hechar mano de bacterias, virus, toxinas, partes celulares deterioradas o dañadas etc,. es decir empieza a reciclar, comiéndose literalmente todas esas estructuras alteradas o invasoras. Eso se llama AUTOFAGIA que es proceso de limpieza, purificación. Autofagia será el tema de mi siguiente nota en este blog semanal.
Recuerda siempre: " La naturaleza cura. El médico sólo ayuda ".