Cada vez más asociaciones internacionales de cardiología promueven la importancia de efectuar un electrocardiograma a todo recién nacido como un tercer tamiz adicional al genético-metabólico y al auditivo, para detectar a tiempo pacientes con cardiopatías. Lo ideal es tomar un ECG al recién nacido en el primer mes de vida y luego cada año por toda la vida, pero por lo menos hagámoslo una vez en la niñez para estar seguros de la salud de su corazón, pues hay cardiopatías que no dan síntomas los primeros meses o años de vida y ningún médico las puede detectar con sólo su estetoscopio.

Desde luego un ECG debe efectuarse obligadamente y repetirse más veces si el bebé o niño presenta síntomas como mareos, pérdidas de conocimiento, frialdad de cuerpo, color morado en uñas o labios, piés hinchados, sensación de latidos fuertes o dolor en el pecho, cansansio injustificado o también si el médico detecta alteraciones del ritmo, soplos o una presión arterial anormal durante una consulta.

El estudio electrocardiográfico es económico (en mi consulta es sin costo adicional)  es rápido, relativamente fácil de efectuar si el bebé duerme o está tranquilo sin hambre y cómodo, y sobre todo es un estudio que no causa ningún daño, no es invasor para nada, sólo son unos pequeños parches como “curitas” que se pegan momentáneamente a su cuerpo para detectar con un aparato muy sensible cómo está trabajando electricamente su corazón.

El aparato se llama electrocardiógrafo y efectúa un trazo de los cambios eléctricos durante los latidos, avanzando el papel a 25 mm por segundo. La intensidad promedio de la electricidad del corazón es de 1 mili-voltio, es decir una corriente eléctrica mil veces menor que una pila común. El aparato que los registra tiene alta sensibilidad para poder detectar esas corrientes mínimas y poder graficarlas.

Actualmente tenemos electrocardiógrafos muy portátiles que envían los trazos de ECG a una pantalla, así como a una impresora, y también pueden enviarlo a cualquier parte del mundo a través de internet.

El método es muy simple :

Los electrodos que se pegan por unos segundos al  cuerpo son de 3 tipos y para nada serán molestos:

 

Se colocan 4 electrodos  (parche o pinza)  en las muñecas y en los tobillos.

Y luego se ponen 6 electrodos  (parche o chupón)  en el torax, alrededor del corazón.

En esta pandemia el electrocardiograma nos ayuda a detectar a tiempo si hay pericarditis o miocarditis en los pacientes con COVID-19

 Con esos 10 electrodos se hacen 12 trazos para que los médicos analizemos como está trabajando el corazón y podemos detectar si hay acelereramientos, lentitud, arritmias, bloqueos en los latidos, crecimientos marcados de las paredes, o dilatación de cavidades,  etc. y así podemos detectar a tiempo un niño que requiera vigilancia especial por un cardiólogo pediatra para su mejor atención.

     Sin que seas médico puedes imaginar que el electrocardiograma de abajo no es para nada normal :

 El 14 de febrero es el día de San Valentín y también el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas. Celebra ese día con alegría sabiendo que tu bebé tiene un corazón sano.