Una enfermedad de las vacaciones.
Nuestros oídos se dividen para su estudio en Oído Externo, Oído Medio y Oído Interno. El oído EXTERNO consta del pabellón auricular (la oreja) y el conducto auditivo externo que es un pequeño tubo de unos 2 cm revestido de piel productora de cerumen y que termina en el fondo cerrado por el tímpano que ya es parte del oido medio..
Así que del tímpano hacia afuera estamos hablando del OÍDO EXTERNO y es el que nos ocupa ahora. ya que al sumergirnos en agua es muy frecuente que penetre una o mas gotas en el conducto auditivo externo y luego no sea eliminada después de nadar.
Los factores que aumentan la posibilidad de entrada de agua son jugar a las "guerritas" de agua,
El bucear y sobre todo dar giros en tirabuzón o maromas haciendo piruetas dentro del agua. El uso de tapones auditivos puede a veces ayudar a evitarlo.
Para prevenir el oído del nadador, tienes que cerciorarte que tus hijos no hayan quedado con agua cuando salgan del mar o la piscina, o hayan jugado con mangueras en el patio. Sabemos que hay agua dentro porque disminuye nuestra audición y escuchamos su ruido al mover la cabeza. Tu hijo espontáneamente te dirá que tiene agua en los oídos. Pero si no te lo dice, de todas formas pregúntale siempre. Si esos residuos de agua se dejan, casi es seguro que esa misma noche o al día siguiente tendremos problemas.
PREVENCIÓN.
La UNICA forma segura de prevenir el oído del nadador es cerciorarse que tus hijos NO se queden con agua en los conductos auditivos después de nadar.
1.- Si ellos no te lo comunican, Entonces tú pregúntales siempre.
2.- Coloca la oliva de un cotonete a medio cm. adentro de ese oído.
3.- Pon la cabeza con el oído afectado hacia abajo unos 30 segundos.
4.- Si no tienes cotonetes puedes usar la esquina de una toalla.
5.- A veces basta con sacudir la cabeza de lado tratando de acercar el oido con agua rápido hacia el hombro,
6.- También puedes poner el oido que quedó con agua hacia abajo y movilizar el pabellón auricular suavemente hacia todos los lados posibles.
7.- Otro truco es colocar la palma de la mano seca sobre todo el pabellón auricular presionando primero un poco y luego quitarla súbitamente, lo cual creará un instante de vacío y succión.
8.- Una técnica más es quedarte un buen rato acostado de lado con el oido que tenga agua hacia abajo
9.- SI NADA DE LO ANTERIOR te ha funcionado entonces puedes intentar la técnica del SIFON CON AGUA PURIFICADA:
a. pon tu mano limpia en forma de cuchara
b. llena ese hueco con agua purificada.
c. ladea la cabeza del niño y sumerge el oído dentro de esa mano.
d. Ahora gira la cabeza para poner el oído afectado hacia arriba.
e. El niño debe sentir que todo el conducto se llena de agua limpia.
f.- después de unos segundos Vuelve a voltear la cabeza con el oído afectado hacia abajo y espera a que la fuerza de ese pequeño sifón, "jale" el residuo de agua que había quedado.
10.- En el caso de que a pesar de todo tu hijo tenga molestias en la noche deberás consultar con tu pediatra.
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